lunes, 24 de noviembre de 2014

Recuérdame en el fondo de tu último trago...

Me gustas cuando bebes, me gustas más. Porque cuando bebes tus filtros se debilitan, y te das cuenta, que me extrañas, y me lo haces saber sin palabras. Como todo lo nuestro, sin ni una sola palabra.

Porque los besos que me das envueltos en ese olor etílico son menos pensados, más viscerales, más impulsivos, más pasionales, casi como si supieras que te vas a morir. 

Me gustas más cuando bebes porque al dormir buscas el contacto con mi cuerpo, de una forma o de otra, cuando bebes te ganan las ganas, dejas de controlarte y vienes, y me gustas. Me tocas, te mueves, me abrazas y te abrazo. Y te quiero. Y te sueño.

Bebe más.
Bebe hasta el descontrol. 
Y ven. 
Te.